La avalancha de eventos de escritura de Navidad ya ha pasado(1) y la mayoría de nosotros estamos en nuestros propósitos de Año Nuevo. (Yo no hago propósitos de Año Nuevo porque la única manera de mantener un propósito es resolverlo y volver a resolverlo cada día —en la medida en que fallas un día, examina el porqué ha sido, luego vuelve a resolverlo, ajusta si es necesario y mejora la próxima vez—. El mismo concepto de un propósito limitado a Año Nuevo solamente te garantiza que nunca vas a cambiar. Fallar es parte del proceso de cambio y necesita ser forjado en cada propósito.)

Algunos podemos haberlo hecho bien en nuestros retos de escritura. Otros podemos haber caído de bruces y habernos encontrado evitando a nuestros amigos, eliminándonos de participar en el reto X o Y del siguiente año y contando nuestras excusas. Tenemos muchas que escoger de entre:

- Emergencia de última hora (traducción: no comencé suficientemente pronto). He tenido una emergencia de última hora en cada reto. Seamos honestos. La realidad es que miro el tiempo límite y digo “oh, mira, puedo escribirlo todo la última semana después de los finales” y no comenzamos suficientemente pronto. Tengo poco espacio cuando llega la fecha límite y siempre surge algo.

- No he tenido tiempo (traducción: no planifiqué muy bien). Parte del proceso de decidir hacer un reto de escritura es la administración del tiempo. Dejas a un lado el tiempo en tu cabeza e imaginas, “Hmm, de acuerdo, necesito al menos dos fines de semana para escribir el primer borrador, toma un par de días el encontrar un beta, el beta puede necesitar una semana así que tendré…vale, esto son al menos tres fines de semana en diciembre. Es factible.” Si eres impreciso sobre por qué no has tenido tiempo, entonces es que no has pasado por ese proceso de planificación.

- La musa no apareció (traducción: no lo planifiqué en absoluto). El sentido de un reto de escritura es escribir una historia. A veces es una gran historia. A veces es una historia malísima. Pero tú simplemente tienes que producir algo. Generalmente hablando, si pones tu trabajo en una historia, será mejor que otra donde no te hayas esforzado. Crear una historia para tu receptor implica investigar y si haces tus deberes, tendrás al menos una idea de la historia. Puede ser una idea mala o estúpida, pero todo lo que necesitas es una historia.

¿Por qué importa? El precio de tu auto-disciplina

El problema real de no llegar a la fecha límite es el precio para el escritor. Sí, el moderador estará triste, a pesar de que el receptor del reto probablemente consiguiera un sustituto de última hora. Sí, se te ha prohibido participar la próxima vez, a pesar de que probablemente no eres el único que pasa por eso. Pero escribir es duro. Añadirle la carga emocional hace más duro escribir: la culpabilidad es mala para ti.

Más importante, la escritura requiere auto-disciplina. Si no cumples uno de tus compromisos como escritor —y un reto es un compromiso contigo mismo— la siguiente vez será más difícil, o en un sentido… más f-á-c-i-l… exculparte. Una vez que te permites no continuar un reto, me he dado cuenta que se hace más fácil no forzarte en superar ese punto difícil en tus propios fics. Muéstrame a alguien que conscientemente se permita desligarse de sus retos, yo te mostraré a alguien que al menos tiene abandonado un trabajo en proceso o una pila de historias cortas inconclusas. Y eso porque han minado su auto-disciplina. Por tu propia seguridad como escritor, no te apuntes para retos que no puedas terminar.

Todo no está perdido. Si no hiciste tu reto a tiempo, puedes simplemente necesitar reexaminar tus motivos y tu estrategia para escribir retos.

La escritura de retos requiere ciertas habilidades de gestión del tiempo que pueden ser aprendidas. No es una coincidencia que la gente “ocupada” del fandom que tiene menos tiempo en realidad sea la que se las arregla para escribir de cuatro a cinco retos mientras trabajan a jornada completa, llevan un rpg y hace malabarismos con las responsabilidades del comité (te estoy mirando, Femmequixotic).

 

#1 - ¿Deberías apuntarte después de todo?

Primero - ¿Quieres escribir un reto?

Esto puede parecer obvio, pero un montón de gente se apunta a retos para ayudarse a sí mismos a estar motivados. Para unos pocos esto funciona, pero para la mayoría, si no estamos motivados, no estamos motivados. Un reto no va a cambiar un mal subyacente. No te apuntes por esta razón a menos que sepas que ese reto puede, de hecho, motivarte. Si te has apuntado para tres retos diferentes y los has dejado tirados, es posible que no te motiven.

Segundo - ¿Tienes tiempo? ¿Cuánto te toma escribir?

Algunos de nosotros podemos sacar de repente una historia de mil palabras en una tarde. Otros de nosotros arrancamos con manivela cien palabras de una vez —y luego quitamos la mitad—. No te preocupes si te ajustas a la última descripción. Algunos de los mejores escritores del fandom lo hacen, pero necesitarás tomarte más tiempo para escribir. Asegúrate de que tendrás tiempo para completar lo que tú crees que escribirás para el reto —y, ¿notas cómo no he mencionado el mínimo para el reto?

Conozco gente, excelentes escritores, que no pueden hacer una historia completa en mil palabras. No bases tus cálculos en el mínimo, es un error común. Básate en el tamaño típico de tus historias.

Tercero - ¿Cómo de ocupada está tu agenda alrededor de la fecha límite del reto?

Un montón de retos son en épocas muy ocupadas. La semana de finales para los estudiantes. Las vacaciones de Navidad cuando los niños regresan a casa. Ten en cuenta que a pesar de tus buenas intenciones, puedes no ser capaz de tener tu historia terminada en los meses antes de la semana de final. Tienes que ser capaz de apartar tiempo suficiente para hacer como es debido todo desde cero la última semana.

“¿Qué?” dices, “por supuesto que lo haré el fin de semana de Acción de Gracias”. Sí, sí, bueno, justo tengo una historia de Navidad y sólo…dejó de funcionar para mí. No podía sacarla. Acabé escribiendo una nueva historia desde cero la semana final. Las cosas pasan. Y, pregunta a cualquier moderador, siempre pasan la última semana del reto.

Cuarto - ¿A cuantos retos te has apuntado a la vez?

Hay un programa en doce pasos para la compulsión de apuntarse a estas cosas. Sé realista. Si nunca lo has hecho antes, por favor, apúntate para uno solo.

 


#2 – Escribir las fases y planificar

Una de las mejores maneras de quitar la presión del tiempo límite de un reto es acabarlo pronto. El camino anticipado. Para mi (primer) segundo reto, estaba tan nerviosa que acabe la historia en enero cuando era para marzo. Era la mejor historia que he escrito para un reto (The Hat Trick, si tenéis curiosidad) y todo fue mucho más suavemente que en todos mis siguientes retos. Al menos date una cantidad de tiempo razonable. Tres semanas como mínimo para el escritor medio.

Primero – Investigar a tu destinatario. Hazlo en el momento en el que recibes la petición de tu destinatario. Con suerte obtendrás buenas pistas de escritura de ellos, pero incluso si no, ve a sus LJ y lee qué escriben. Sí, lee los fanfics de tu destinatario o los fanfics que recomiendan. Obtendrás una buena idea de qué les gusta. Por ejemplo, en mi último reto Bluflamingo mencionaba que a ella le gustaba el Teamfic y el Lorne/Sheppard. Cuando leí los fics de Bluflamingo me di cuenta de que le gustaban las cosas muy apegadas al canon y comprendí que era importante para ella. Esto ayudó a estimular unas cuantas ideas de historias para ella, y eliminó unos cuantos callejones sin salida que me di cuenta de que probablemente no le gustarían. Esto debería tomar una hora o dos.

Segundo – Haz una lluvia de ideas. Hazlo inmediatamente, justo después de que hayas leído los fics de tu destinatario. ¿Por qué esperar? Ahora las ideas están frescas. ¿Te das cuenta de que digo más de una idea? Escribe unas pocas porque nunca sabes si la primera historia va a convertirse en una novela que podrías no poder acabar para la fecha de entrega del reto, no, ni en un millón de años. Tener algo listo, incluso aunque no lo escribas instantáneamente, evitará el problema de quedarte en blanco por la presión si intentas hacerlo justo antes del límite. Esto debería tomar una hora, puede que menos. Date un par de días para hacerlo si no saltan las ideas justo en el momento.

Tercero – Escribe tus notas del borrador. Ahora conozco un montón de gente que no escribe borradores propiamente dichos. Normalmente, ellos abren el Word y el primer archivo es exactamente lo que acaban enviando a su beta. Si eso te funciona, estoy lejos de meterme con lo que funciona. Pero lo que me funciona es una lista de escenas a modo de borrador con nociones de diálogo, o escritos en uno de mis blocs de notas, o mal hechas en una charla con una amiga. El borrador me dice si puedo escribir esta historia en el tiempo permitido. De otra manera, serás capaz de ver cómo de larga será tu historia con el primer par de párrafos. Esto debería tomar tres o cuatro horas, como máximo, para tener suficiente de tu historia para saber si funcionará para tu reto. Esto es importante. Mucha gente acaba con largas historias y bajo una gran presión. (Pd: Femmequixotic en los comentarios va un paso más allá y estima que cada escena puede tomar sobre mil palabras. Otros escritores podrían tener escenas más largas —sí, te estoy sonriendo Auburn—, pero mis escenas también están sobre una media de mil palabras, así que es una buena regla general).

Cuarto – Comienza pronto tu primer borrador. Con un poco de suerte, con la lluvia de ideas al momento de recibir la petición de tu destinatario, tienes una idea fresca que te atraerá enseguida. No hay nada de malo en acabar una historia mucho antes de la fecha límite. Me he dado cuenta de la relación directa entre cómo de pronto he empezado y la calidad de mi historia resultante. La mayoría de los retos tienen un mínimo de mil palabras, pero la media de longitud de los retos de historias está normalmente entre mil y tres mil palabras. Dependiendo de lo rápido que escribas normalmente (y cómo de fácil llegue la historia), estás ante un mínimo de entre seis y quince horas de escritura. La mayoría de nosotros no podemos hacerlo de una sentada, así que serán probablemente un mínimo de tres días sentado delante del ordenador por cinco horas, sólo escribiendo. Lo cual son realmente siete horas, porque los humanos huimos de escribir (comprobamos el correo, leemos fanfics, nos quejamos en el LJ, etc.). Una persona inteligente se da a sí mismo al menos una semana para el primer borrador y una semana para betearlo.

Quinto –Esta es la parte a la que la gente se le olvida guardarle tiempo — Betealo. Sí, tu beta puede pensar que tu historia es maravillosa excepto por aquella errata en la página cinco. O puede que te digan que tu final no tiene sentido. No hay nada más frustrante que una historia que no has tenido tiempo de terminar y cuando los lectores llegan y dicen “Dios mío, eso fue genial, menos por el final…”, tu quieres decirles “sé lo del final, ¡pero no tuve tiempo para arreglarlo!” Bueno, si tú te das una semana para el beteo no tendrás ese problema. *¡Ding!*

En total para un reto date no menos de tres semanas. En serio.

 

#3 - Uh-oh

Pero digamos que en tu oficina llovió el trabajo y nevaron retrasos. O has tenido un trimestre miserable en el colegio con muchos trabajos de grupo. O no lo planeaste, pero, eh, normalmente no importa porque eres un escritor rápido (y en esta ocasión te muerde en el trasero). ¿Qué haces?

Primero –Notifica a la persona a cargo del reto que has tenido problemas, pero, gracias a Dios, continuas trabajando para tener esa historia hecha.

Lo sé. Piensas que estás diciendo: “¡Soy un perdedor patético que ha fallado, fallado, fallado en la vida!” Pero el moderador del reto oye: “Soy una persona responsable a quien le importan sus responsabilidades, que te ha dado la oportunidad de planear un cambio de última hora y que lo más probable es que no se saldrá en el último segundo. ¿No me quieres?”

Sí, realmente te queremos. He llevado un reto. La gente que comunica casi siempre llega. (No, convierte eso en “siempre”). Es más frecuente que los escritores en apuros huyan de sus problemas. Y nosotros.

Segundo -Eficacia.

Allá en los ochenta, la cocinera de televisión Julie Child tiró al suelo un pavo durante un programa en vivo. Se agachó tras la encimera, lo colocó en la bandeja y dijo: “¡Recordad! Sois los únicos en la cocina”.

¡Recuerda! El destinatario de tu reto no tiene ni idea de lo que tenías planeado. Tampoco el moderador. Eres el único en la cocina.

Cuando no hay tiempo, abandona lo que debas. Normalmente, esto se refiere a tu intento de hacer la historia a medida de tu destinatario. Haz que tu fic se ajuste al reto, por supuesto, pero la oportunidad está en que cuando estás atascado, escribir lo que viene de tu interior es mucho más rápido. Cuando tus opciones son “una historia” o “ninguna historia”, tener “una historia” gana.

Tercero – Saca las técnicas de escritura rápida.

Ya no tienes tiempo para aquél fic tramado cuidadosamente con cada línea perfecta como un diamante. Tengo dos técnicas principales de escritura rápida.

Estilo NanoModEscr — Me siento delante del pc y me doy un mínimo de palabras por sesión. Escribo lo que sea para llegar al número de palabras. Los resultados son con frecuencia un poco…chapuceros. Pero definitivamente únicos. Una vez acabé con Draco Malfoy patinando sobre hielo por el pasillo y estrellándose cuando dio con las escaleras (“Snafu”). (Resulta que estaba escuchando a la vez “Trapper Under Ice” y se filtró en mi subconsciente).

Estilo animadora — Agarro a un desafortunado amigo en el chat y le cuento la historia, confiando en su energía para llevarme a través de ella. Luego copio y pego la transcripción de la conversación en el Word y la mejoro. Una vez acabé con Lucius Malfoy tocando un aburridísimo solo mientras hablaba con Androide Eléctrico (“El metrónomo”) mientras que en otra ocasión Percy Weasley se travistió en público mientras hablaba de la historia a Lizardspots (“Council of Obvious Edicts”). En SGA, una vez escribí un fic enteramente Sheappard/Lorne en los comentarios de LJ, incitada por Auburn, y puedes preguntarle a Amothea cuántas historias de SPN empezaron hablando con ella.

Cuatro – Haz trampa.

Mira en tu disco duro. ¿Qué tienes por ahí medio acabado que pueda servir para este reto? Vale, vale, puede que tengas que entrecerrar los ojos un poco, o rascar con la uña el final de la lista de tu destinatario, o escribir Rodney en el papel de Teyla en aquel fic inacabado, o alargar un drabble que nunca imaginaste como un fic más largo. Ya sabes lo que se dice sobre tiempos desesperados. Conozco a mucha gente que ha hecho esto por Yule. Tus fics inacabados te pueden salvar el trasero.

 

#4 – Lidiando con la culpa

Este es el punto donde publicas tu drabble alargado de mil quinientas palabras… e invariablemente alguien ha escrito en tres post una epopeya de veinte mil palabras. *Sonrojo*

Bueno. Todo sale en el lavado o en el aclarado. El próximo año serás el que escriba la epopeya de veinte mil palabras. En éste al menos lo hiciste. Y eres un escritor mejor, más seguro y más disciplinado. Enhorabuena.

 

(PD. En los comentarios, Angiepen sugiere que incluso si pasas la fecha de entrega, sigas adelante y termines la historia, no importa cuanto te tome. Es un consejo excelente.)

 

 

(1) Nota de la editora: Este artículo fue escrito hace un año aproximadamente. Téngase en cuenta, además, que la autora pertenece al ámbito del slash angloparlante, donde los certámentes de retos y otros eventos similares son muy frecuentes. Vuelve

 

CÓMO MANTENER TUS COMPROMISOS EN LOS RETOS

O ESTRATEGIAS PARA EL ÉXITO EN LOS RETOS

Por Icarus - Traducido por SCR